Thursday, April 4, 2019

La protesta como respaldo ciudadano


Estamos en los momentos más importantes y definitivos del activismo ciudadano, en su responsabilidad por la recuperación de la democracia en Venezuela.

Cuando más cuesta sacar fuerzas para mantener la protesta viva, es cuando más se justifica. Con los ánimos aporreados por todo estos años de calamidades, su repunte con la gravísima crisis eléctrica y su uso agresor de la emocionalidad. Con el manejo eficaz de la desinformación y su narrativa de laboratorio, así como el incremento en la represión como amenaza a la disidencia por parte del régimen. Con la vocación inmediatista que genera expectativas peregrinas y que corrompe el foco del objetivo en su línea de acción, por parte de algunos opositores, causando desánimo y fisuras. Aún con todo ello a nuestras espaldas, debemos mantener el músculo político de la protesta.

La protesta es el mejor instrumento de legitimación en sistemas opresivos, y el más eficaz medio de presión interna y externa. Perder la calle disminuye el costo político de la represión, que es la única alternativa que le queda al régimen conjuntamente con la radicalización de su política.

El Presidente Guaidó insiste en este punto porque el apoyo popular ha sido, es y será  fundamental  para presionar la salida del régimen, e inclusive para mantener la esperanza en una intervención de terceros en aquellos que insisten en la vía fácil. Hemos logrado el mayor y mejor respaldo internacional, se ha reactivado la esperanza en la población, y lograremos presionar suficientemente el fin de la usurpación de este modelo político, de manera pacífica y sin mayores costos, si mantenemos la calle viva y sumamos más voluntades a esta épica.

Esta es la oportunidad más clara que hemos tenido hasta ahora. Contamos con la figura de un líder que además de legítimo es responsable, claro y respetuoso de la esperanza de sus seguidores. Es un momento donde la posición de ilegitimidad e ilegalidad, así como las constantes y variadas violaciones de DDHH por parte del régimen, están claras para la inmensa mayoría de la población, y la comunidad internacional que representativamente apoya a la Asamblea Nacional y a su Presidente.

El Presidente Guaidó y sus asesores, no pueden tener todas las respuestas y tampoco las soluciones más inmediatas, pero se habrá perdido todo si le retiramos nuestro apoyo. Su figura debería estar en el inconsciente venezolano como parte de cada uno de nosotros, porque esa esperanza, lejos de fundamentarse en el mesianismo, necesariamente deberá fundarse en la representatividad que cada uno de nosotros le aporta a la lucha por la libertad de Venezuela.

Guaidó somos todos y cada uno de nosotros, y está victoria depende de nuestra activación ciudadana. Juntos somos más.


Oscar J. Pinto Arnó
04/04/2019

Wednesday, February 20, 2019

Migración Laboral

¿Puede la migración laboral contribuir al desarrollo de Colombia?

Desde hace algunos años y más recientemente, se viene hablando sobre la problemática de la migración venezolana en la región y específicamente en Colombia, país más afectado por la descomunal oleada de pobladores de nuestro territorio que nos ha colocado a nivel de Diáspora Nacional.

Los que tenemos que patear las calles cotidianamente no necesitamos conocer los debates políticos ni las páginas más trágicas de los medios de comunicación para darnos cuenta del problema que representamos para la sociedad y el Estado colombiano así como al resto de la Región, pero peor aún es la terrible situación del desempleo, la imposibilidad de acceso al servicio de salud y la indigencia de algunos hermanos que lejos de resolver sus problemas de vida con esta “migración forzada” la mantienen y agravan con su condición de extranjero, y a veces hasta padecen la xenofobia por parte de una población que tradicionalmente encontró en nuestro país albergue para sus desplazados.

La falta de una gestión en la migración laboral ha dado pie a problemas de explotación laboral - propios de la ilegalidad y/o no capacitación del migrante -  a la desigualdad laboral y a la imposibilidad de gestionar plazas de trabajo -debido a la falta de recursos financieros individuales, e inclusive al subempleo de personal capacitado pero mal ubicado en el mercado laboral.

La falta de una gestión en la migración laboral ha dado pie,
a problemas de explotación y desigualdad laboral, y a la
imposibilidad de gestionar plazas de trabajo.

Algo distinto sería si esto se acompaña de medidas de apoyo al migrante enfocadas en sus perspectivas en términos de empleo, o generación de recursos - y desarrollo de habilidades. Podríamos tener como resultado una inserción adecuada del migrante en la economía y la sociedad, que redundaría en una fuente de generación de riqueza para el país de destino, el país de origen (vía remesas), los propios migrantes y sus familiares.

Está demostrado que un manejo de La Movilidad Laboral Internacional resulta en un importante motor de la economía en muchos países avanzados, no solo para los migrantes y sus familias, sino también para el desarrollo del país receptor de esta migración. Prueba de ello fue el fenómeno que generó el aporte de mano de obra venezolana altamente calificada en el llamado “Milagro Petrolero Colombiano” de años recientes.

La Movilidad Laboral Internacional resulta en un importante
motor de la economía en muchos países avanzados
para los migrantes y sus familias y para el desarrollo
del país receptor de esta migración.

Otro aspecto a considerar en este problema de la migración labora, en nuestro caso colombiano, es el fortalecimiento de los Servicios Públicos de Empleo (SPE) que son una herramienta importante en el rol de gestores de la movilidad laboral internacional. Tal fortalecimiento deberá propiciar un fuerte apoyo en los acuerdos bilaterales y multilaterales  de circulación de trabajadores entre las dos entidades: Migrantes y Empresas.

Los SPE están llamados a ser categóricos colaboradores en el flujo adecuado, legal y seguro de trabajadores desde sus países de origen hacia fuentes de empleos internacionales. Que provean información sobre ofertas para extranjeros; información y asesoría sobre elegibles venezolanos, y empresas interesadas en mano de obra no disponible o insuficiente en la zona de operación; ayuda a empresas en la ubicación del perfil solicitado en los países de la región y especialmente Colombia o en Venezuela.

Los SPE deberían proveer información sobre ofertas para extranjeros,
información y asesoría sobre elegibles venezolanos,
y empresas interesadas en mano de obra no disponible
o insuficiente en la zona de operación.

Y por último; como respuesta social al impacto del desempleado o subempleado venezolano en la economía, en el colapso de servicios, y en la sociedad colombiana; estaría la figura del emprendimiento como una alternativa autónoma de generación de recursos. Donde los migrantes exploten sus potencialidades, amplíen la oferta de bienes y servicios, e impulsen la marca Venezuela para propios y extraños.

Fuente: Blog del BID por Dulce Baptista. Abril 19, 2016

Oscar J. Pinto Arnó. (Bogotá 20/02/2019)

Wednesday, October 31, 2018

Tragedia inducida






A la memoria de mis queridos Guillo y Ginesa… No se lo merecían.

Me he tomado el tiempo para asimilar esta triste y desgarradora noticia que hoy enluta nuestra familia, pero necesario es contextualizarlo.

Familiares cercanos y otros no tanto, pero todos muy queridos, hemos tenido que despedir. Pero esto no tiene nombre.

Que al cumulo de calamidades cotidianas tengamos que sumar esta terrible tragedia. Que tu familia tenga que terminar asumiendo las consecuencias de este despropósito de país. Que tu entorno tenga que sufrir, y de esta manera, una crisis inducida que solo busca someter a toda la población. Que además del desmembramiento familiar que obliga a esa descontrolada diáspora, al hambre y a la crisis sanitaria que enluta a miles de familias, nos tengamos que “calar” una brutal delincuencia como política de estado.

¿Qué hemos hecho los habitantes de este país para tener que sufrir estas calamidades?

¿Y que tendremos que hacer para frenarlo definitivamente?

Es hora de que pongamos definitivamente todo nuestro esfuerzo traducido en compromiso y persistencia, encaminados a la recuperación de lo que nos dicta nuestro espíritu republicano, y que construyamos la democracia y sociedad que necesitamos, para conseguir el país que queremos TODOS.

A mi familia, y en especial a mis primos Arapé Pinto. No permitamos que la tristeza se instale en nosotros, salgámosle al paso a ese espíritu de desaliento inducido. Quedémonos con la imagen más querida de nuestros parientes. Evolucionemos hacia ese sentimiento de prosperidad que nos permita tener la fuerza necesaria para vivir una vida mejor. Hagamos gala de nuestros mejores sentimientos y tendámosle la mano al más necesitado. Miremos por nuestros derechos, pero también por los del contrario. Quebremos la polarización y trabajemos por la UNION de todos. Afiancemos ese espíritu de Luz, Fuerza y Fe, vivamos en la Esperanza de un mañana mejor. Para que con todos esos preciosos valores logremos construir una sociedad más humana, amorosa y civilizada.

Oscar J. Pinto Arnó
31-10-2018

Wednesday, January 31, 2018

Hambre en el Horizonte





Arrancamos este 2018 con la última fase de la muerte de una nación. No sé si será las más larga, pero si la más dolorosa, la que más decesos producirá por la precariedad de nuestro sistema de salud y por la catastrófica imposibilidad de alimentarse.

No conforme con la eliminación sistemática de la población a la que somete una cabalgante delincuencia impune, que han mantenido un importante repunte desde hace más de 10 años,


Represión desproporsionada

Delincuencia desatada














y a la eficiente represión contra la disidencia, que es el único progreso tecnológico que se ha manifestado en el país como respuesta a la protesta – otro mecanismo de eliminación sistemática de la población - están también el empeoramiento de la crisis de salud y la última pieza del ajedrez, El Hambre.

La crisis está sumando cada día más muertes al expediente criminal, ya son cientos de miles que están padeciendo las calamidades de un sistema de salud desintegrado, donde la falta de medicamentos de toda índole, la infraestructura sanitaria desmoronada y la fuga de personal calificado, hacen cada día más tormentosa la ya penosa existencia de enfermos terminales y crónicos; eso sin considerar la reaparición de epidemias ya superadas pero que no producen preocupación alguna para lo que, convencido estoy, ya resulta una franca política de exterminio.


Ahora hace su aparición en escena la peor de todas las calamidades, El Hambre. La desenfrenada carrera hacia su agudización comienza a generar, aparte de la ansiedad propia de aquél que no consigue satisfacerla, los preocupantes cuadros de estrés en una población que no sabe cómo llegar a fin de mes con un salario pulverizado.


Y es que no se escapa nadie. Las clases sociales que hasta ahora habían sorteado la escasez, procurándose el abastecimiento a través del perverso mercado negro de productos regulados, ya comienzan a contemplar la posibilidad de acceder a ellos a través de las interminables filas que caracterizan la distribución de productos básicos, lo que agudiza aún más la precaria distribución de alimentos e insumos.


De los sectores de menores ingresos, los más vulnerables hace tiempo que solo consiguen saciar el apetito en las pilas de desechos, el resto manifiestan su descontento públicamente en las filas esperanzados en el producto que normalmente no llega.


Los comerciantes, como en cualquier economía de guerra, ante la incapacidad de calcular lo que le va a costar reponer su inventario, ajustan sus precios en una incontenible carrera hacia la destrucción del presupuesto familiar, y algunos lo sobreestiman a la par del desenfrenado repunte del dólar e inclusive muy por encima, produciendo un panorama aterrador que no tiene final. La sensación del trabajador es que a pesar de los sucesivos incrementos salariales, pierde cada vez más su capacidad de pago.


Lo realmente dantesco es la línea de acción del instituto que debería velar por el bienestar del consumidor.

A estas alturas de crisis humanitaria – a la que se suma el hambre – están aplicando una medida de restricción a los comercios exigiéndole comprar solo a proveedores que vendan al precio fijado por el mismo SUNDDE, cosa que no está ocurriendo ni va a ocurrir porque nadie vende a perdida. Esto por supuesto acentúa aún mas el criminal desabastecimiento.


Pero no contento con ello les imponen sanciones a los productores del campo, prohibiéndoles tocar su producción e inclusive para provecho propio, obligándoles a entregarlo para completar las exiguas bolsas del nuevo nicho de corrupción de productos de la cesta básica de distribución popular (para compra de conciencia), o sea el propio guion de la Rusia comunista para el sometimiento a la población.

Todo ello conformando un crimen de lesa humanidad ante la mirada resignada de la sociedad venezolana. Vivimos permanentemente preocupados de buscar los bienes necesarios para mantener esta suerte de sobrevivencia que no nos permite identificar el problema de fondo.



Esto, al igual que mucho de nuestros padecimientos es política de estado. Forma parte del decálogo de guerra contra la población civil para mantenernos en un limbo de desesperanza, frustración y conformismo del que no acabamos de despertar o sacudirnos, para ir al meollo del problema.

Este ataque generalizado y sistemático contra la población civil del cual son totalmente conscientes, solo podrá cambiar el día que toda la ciudadanía despierte de su letargo y decida el ¿cómo? y ¿cuándo? efectuar ese cambio definitivo para la generación de un nuevo país.

De una Venezuela Libre, Próspera, y Pacífica; pero a partir de una Ciudadanía Consciente, Comprometida, y sobretodo Civilmente Educada.


Oscar J Pinto Arnó
31/01/2018

Monday, October 23, 2017

El país de la miseria

Lunes 7:30 de la mañana, en plena Plaza La Candelaria. Todas las esquinas, todos los resquicios visuales inundados de una turba, no solo en número, sino en su aspecto físico y comportamiento.

Una verdadera jauría correteando de un lugar a otro, en inmensas colas (filas), entrando y saliendo de las panaderías y resto de locales comerciales. Mendigando unos, atracando otros. Voceando expresiones vulgares, elevando los decibeles por encima del ruido de los carros, emanado fetidez más allá del monóxido automotor. Provocando pánico hasta en los trabajadores y transeúntes habituales. Toda una fauna escapada de, no se sabe cual cloaca social, que produce a mis sentidos una imagen impresionista - pero de muy desagradable impresión - que me crea una urgente necesidad de escapar de todo aquello.

¿De dónde salieron?

¿Cuándo se formó ese lumpen desbordante de miseria e indecencia?

¿Por qué ese comportamiento de jauría que todo lo arrasa?

¿Será que lo perdimos todo?

¿Será que ya no queda nada recuperable?

¿Nos dejaremos imponer esa fórmula de cultura alejada de lo humano y cercana a los peores instintos animales?

Sinceramente creo que debemos tomar conciencia de esta pérdida progresiva de la civilidad que define al “nuevo hombre de la revolución del siglo XXI.” Se hace imprescindible enfrentar ese mal que nos socava las bases mínimas de la conformación de cualquier nación.

La Sociedad Civil en su conjunto, debe despertar de este letargo de depresión tendiente al conformismo y activarse más allá del sofá cibernético en que solemos mantenernos y crear organizaciones o integrarnos a las ya existentes, para detectar estos males y luchar por la recuperación de lo poco que nos queda. Empezar YA, a derribar esos muros de miseria mental que se está devorando todo, se hace impostergable. 


Oscar J. Pinto Arnó
23/10/2017

Saturday, June 24, 2017

CONSEJO PARA H. RODRIGUEZ






HECTOR RODRIGUEZ (Dip. a la AN por el PSUV)

"Los chavistas tenemos muchas cosas que debemos corregir"



Lo primero que habría que definir es ¿Qué es ser chavista?

Si ser chavista es ser un resentido social, envidioso, flojo, mediocre, ladrón y estafador. Hermano tendrás que ponerle mucho empeño a esa corrección, porque la opinión que tiene el resto de tus connacionales es que no tienes remedio.

Si ser chavista significa tener un sentimiento de solidaridad por; el prójimo, especialmente el mas necesitado, el niño abandonado, el enfermo especialmente el desasistido, por el hambre del pueblo, la victima del delito, el injustamente privado de libertad, el herido o fallecido en su justo derecho a la protesta. Pero también en actitud firme ante; la violación de derechos humanos, la injusticia, la violación a la Constitución y las leyes, la corrupción, el oportunismo, el vivimos venezolano, la mala educación, la inmoralidad, la maldad, etcétera, etcétera, etcétera; en fin, todo lo que hoy define al nuevo hombre de la revolución del siglo XXI. Lo único que te haría falta corregir, sería tu postura frontal contra las atrocidades que está viviendo tu país en este momento, y luchar implacablemente por la restitución de los valores de nuestra república y el rescate de una Venezuela libre.


Oscar J. Pinto Arnó
24/06/2017

Saturday, June 17, 2017

LOS PRINCIPIOS

Escalada de represión y salvajismo es lo que está abiertamente planteado por el régimen contra la población. El grupo de forajidos que detentan el poder y sus lacayos ilegales, ilegítimos e inconstitucionales de los poderes secuestrados; están más que cuadrados con su intención de acabar con La República, cueste lo que cueste.

En un vano intento por darle una salida legal a la apátrida constituyente, la Fiscal General realiza una segunda gestión ante, lo que se supone, debe ser una instancia imparcial y ésta le vuelve a dar con la puerta en la cara confirmándole a ella y a cualquier incrédulo que ellos están para asegurarle el poder al régimen y de paso que ni se les ocurra intentar ilegalizarlos porque darán con sus huesos en la cárcel.

Lo que para muchos resultó un abierto y frontal rumbo a la tiranía; toda vez que el país en su perseverante conducta democrática los echo de la Asamblea Nacional (AN), hace más de un año; como fue la suspensión de 3 diputados legal y legítimamente electos (y para colmo proclamados por el Consejo  Nacional Electoral), por parte de la pandilla de pillos que fungen como “magistrados” del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ); y la confiscación del derecho ciudadano a revocarle el mandato a un funcionario público. Resultó en una cadena de eventos desafortunados plagados de ilegalidades, abusos y arrogaciones de poderes supraconstitucionales, que han llevado al punto de pretender anular el pliego de normas que nos define como república democrática: La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV).

Y es aquí donde comienzo a dejar claramente sentada mi posición al respecto. Porque los principios para mi son un valor fundamental y la médula de cualquier asunto por resolver. Si los echamos a un lado, los olvidamos u obviamos por conveniencia, vamos a tener siempre un desafortunado desenlace.

Cuando se recuperó ese importante espacio de la (AN), esta institución debió de enderezar todo lo torcido que existía en el ámbito del estado. Revocar el ilegal nombramiento de los magistrados chimbos que, por vía expedita y fuera del tiempo reglamentario, realizaron los diputados mayoritariamente chavistas de la anterior (AN), sin cumplir con todos los tiempos legales y sin respetar la requisitoria necesaria para tales cargos. Destituir a los rectores del Consejo Nacional Electoral (CNE) cuyos tiempos ya estaban vencidos, y algunos hasta ratificados extemporáneamente por los mismos magistrados ilegales en abierta usurpación de funciones; y nombrar a los nuevos cargos. Y por supuesto no atender ninguna decisión venida de esos ilegales funcionarios.

Y no se trata de retaliaciones políticas ni mucho menos, es simplemente una cuestión de sentido común, ¿Cómo es que la (AN) va a obedecer una sentencia que anula a unos diputados legal y legítimamente electos venida de unos funcionarios usurpadores de esos cargos?, esto siempre fue una verdadera locura y una falta de respeto a las leyes, a las instituciones, al Estado y al Pueblo mismo.

Obviamente todas esas omisiones, no solo permitieron llegar hasta donde hemos llegado, sino que con ellas se convalidó la actuación de unos rufianes que continuaron:
Declarando en “Desacato” a la (AN). Usurpando funciones que no les compete en contra de otro poder independiente, al prestarse para recibir la memoria y cuenta del tirano mayor. Arrogándose competencias inconstitucionales, al adjudicarle al delincuente mayor facultades especiales. Hasta llegar a esta última, donde en dupla perfecta con la participación del (CNE) - o ¡qué casualidad! - pretenden con sus decisiones y apoyo incondicional al régimen la eliminación de la (CRBV).¡Un palo certero a la lámpara!.

Si la (AN) hubiese asumido todas las tareas pendientes todavía por hacer, para enderezar este desaguisado de desgobierno nos habríamos ahorrado un año de sufrimiento y víctimas de esta guerra desigual de Sociedad Civil contra Mafia, de Ciudadanía contra Tiranía, de Pueblo contra Invasores cubanos.

Claro está, siempre terminaron ganando en esta ruleta de empíricos expertos en procesos políticos, los que aseguraban que las posiciones “diplomáticas”, las “iniciativas políticas” y los “procesos de diálogo” eran lo más adecuado, lo que correspondía para poder salir de este error histórico en que nos encontramos. Pero siempre lo omitieron u olvidaron (adrede); y ya tenemos más de 17 años de experiencia donde sabemos que no tratamos con seres normales, con personas decentes; con adversarios de una corriente política distinta, o con hermanos venezolanos que invariablemente deberían entender el sufrimiento del pueblo.

No señores de la (AN), el secuestro del poder del estado que padecemos desde el año 1999, está en manos de la peor escoria humana que yacía en no sé qué sucia rendija de nuestro país; y que se ha venido apoderando de todo a su mejor saber y entender, demostradamente sentenciado con la sepulcral frase de “No volverán”. Es el súmmum de la delincuencia nacional e internacional, fortalecido con la invasión del régimen más criminal que haya existido en la región, como lo es el castro-comunismo.

Entonces, ¿A qué jugamos? diputados de la (AN).

¿Qué esperamos para empezar a enfrentar TODOS JUNTOS, y al UNISONO, a este rancho de gobierno?

¿Es que acaso todavía le quedan ganas de seguir jugando a la diplomacia con estos forajidos?

¿Es que el pueblo los eligió para que ustedes dialogaran o cuadraran cualquier salida negociada con la delincuencia gobiernera?

¿Es que les parece que vamos todavía por buen camino con protesta pacíficas, pero sin fijar las posiciones políticas y jurídicas respectivas?

¿Es que todavía creen que se puede seguir adelante en este protestantismo sin asumir una postura frontal amparados en la constitución y con el apoyo de legitimidad que les arropó en el 2015?

¿Qué esperan para proceder en consecuencia con los actos intentados por la Fiscal General de La República (FGR)?

Es innegable reconocer que han faltado a los PRINCIPIOS que mantienen esta república. No se les eligió para andar en una feria de declaraciones públicas. No se les eligió para que anduvieran en una eterna campaña electoral, negociando cualquier alternativa de cargos de elección popular como si se tratara de un régimen democrático. No se les eligió para que cifraran todas las esperanzas del pueblo en un ridículo cronograma electoral.

Se les colocó como diputados de la (AN) para que asumieran su rol de legisladores, controladores y de contrapeso político que tanto nos ha hecho falta.

Claro, siempre van a insistir en que el régimen tiene "la olla agarrada por el mango", y ustedes tan solo la voluntad del contrapeso. Pero y ¿Eso que cambia en toda esta historia? Igualmente nos teníamos que enfrentar, como ahora, con una pandilla de maleantes que no iban a tener ninguna contemplación con el país (lo sabemos desde la mismísima ascensión del militarcito golpista y su discurso divisionista). Pero por lo menos se hubiese dejado en claro y al descubierto desde el principio, el régimen dictatorial que padecemos en Venezuela. No hubiésemos convalidado ni al usurpador del poder, ni a sus compinches en los poderes secuestrados. Y no hubiésemos perdido tanto tiempo en esta lucha que le ha costado más miseria, mas enfermos, más víctimas de la delincuencia (lo que ha resultado una política de estado), mas presos políticos, mas fuga de cerebros, y más fallecidos en las protestas.

Asuman de una buena vez su rol específico y dejen de estar en esa ridícula campaña electoral permanente que al pueblo no le beneficia ni le interesa. Porque no necesitamos tener elecciones para salir del régimen, necesitamos salir del régimen para tener elecciones.

Oscar J Pinto Arnó
17/06/2017